Aunque llevamos algunos meses sin usar ninguna fundas de plástico, en realidad no podemos sacar pecho por ello ya que hemos utilizado muchas fundas de papel pequeñas, de las que se usan para comprar alimentos a granel o el pan. Éstas para nosotros pueden ser una opción, las de plástico no. Son perversas, malvadas, demasiado dañinas para el medio ambiente como para utilizarlas, pero… ¿es siempre el papel una opción mejor?
Fundas de papel y de plástico
Ésa es la creencia popular, en un informe del Gobierno de España indican que el 93% de los consumidores encuestados considera las fundas de papel una opción más ecológica que las de plástico. Tanto es así que se ha llegado a regalar o a publicitar el cambio de fundas de papel por las de plastico.
En este mismo informe podemos leer que las fundas de papel “actúan a favor de un mundo más sostenible, contribuyendo de forma natural a frenar el cambio climático”. Y afirman que “la fundas de papel es siempre la mejor elección”. Tanto halago sólo podría venir de los mismísimos fabricantes de fundas de papel, que «curiosamente» promocionan este estudio.
La reglamentacion para la reducción del uso de fundas habla únicamente de las de plástico, las de papel se van a poder seguir utilizando pero, ¿sería en realidad mejor si todos los comercios sustituyesen las de plástico por las de papel?
Con todo esto vamos a seguir las cinco etapas por las que transitan nuestras fundas para ver qué ocurre con ellas y cuál podría ser la mejor opción.
Extracción
Para producir fundas de papel necesitamos árboles, para las de plástico, petróleo. Aunque muchas veces se dice que los plásticos se obtienen de los residuos del petróleo, en realidad se suelen sacar del gas licuado del petroleo, el que si no se utilizase para la producción de plásticos, se podría utilizar como combustible.
Por otro lado, para la fabricación de papel se suelen utilizar maderas de pino y de eucalipto. Ya hace ya años que Greenpeace presentó unos datos sobre el problema de las plantaciones de eucalipto para producir madera lo que esta arrebatando mucho espacio a los bosques autóctonos.
En cualquier caso, el papel puede llevar sellos, como el de FCS, que certifica que la fibra virgen utilizada procede de bosques gestionados de forma sostenible, o que es de material reciclado.
El petróleo es un recurso finito, mientras los alimentos con los que se produce el bioplástico y la madera son recursos renovables.
Para nosotros el papel gana el primer asalto.
Producción
Según un informe de la Asamblea de Irlanda para producir una funda de papel se necesita cuatro veces más de energía que para producir una de plástico. La mayoría de las fundas de papel se producen calentando la madera a altas temperaturas con una mezcla de químicos, lo que genera tóxicos que contaminan el aire y el agua. Según el mismo informe el proceso de producción de las fundas de papel contamina el aire un 70% y el agua un 50% más que las de plástico.
Además, para producir fundas de papel se usa tres veces más agua de la que se requiere para hacer fundas de plástico.
El plástico gana claramente el segundo asalto.
Distribución
Las fundas de papel son normalmente de 5 a 7 veces más pesadas y además ocupan un volumen mucho mayor que las de plástico. Lo que requiere mayor espacio para transportarlas y al ser más pesadas una mayor cantidad de combustible.
El plástico vuelve a ganar con claridad el tercer asalto.
Consumo
Todo depende de la calidad de la fundas pero por propia experiencia podemos decir que las de plástico aguantan más que las de papel. No hace falta buscar ningún informe que lo confirme. Además son más fáciles de transportar y si se mojan no les pasa nada. Una funda de plástico se puede reutilizar muchas mas veces que una de papel.
Hasta para guardarlas son más cómodas. En un cajón entran cientos de ellas, seguro que más de uno lo sabéis de sobra.
El plástico se lleva el cuarto asalto.
Desecho
Una vez que dejan de sernos útiles ambas bolsas se pueden reciclar. El recilaje de plastico tiene sus problemas . Es difícil y además se suelen obtener productos de inferior calidad. El papel, dependiendo de su calidad, se puede reciclar de 4 a 7 veces. Poco a poco va perdiendo su consistencia por lo que hay que mezclarlo con nueva pasta procedente de la madera.
En el caso de que el papel o el plástico acaben en un vertedero los dos materiales son muy problemáticos. Aunque el papel sea biodegradable, las condiciones que se dan en un relleno sanitario hacen que no se degrade. La falta de agua, luz y oxígeno no lo permite. Y además el papel ocupa más espacio que el plástico que en los rellenos.
Si por desgracia acaban en el medio ambiente el papel se degradará mientras que el plástico no. Dependiendo del tipo de papel y de las condiciones en las que se encuentre puede tardar hasta un año, mientras el plástico puede seguir causando problemas por siglos.
El quinto asalto lo gana el papel.
Entonces, ¿qué hacemos? Habría que tener en cuenta muchos más factores, pero con estos cinco las fundas de plástico resultan más sostenibles que las de papel. ¿Debemos entonces utilizar fundas de plástico? Hay multitud de informes que así lo dicen, que afirman que las fundas de papel son peores para el medio ambiente que las de plástico.
¿Y las bolsas de tela? También hay quien asegura que la huella ecológica de las bolsas de plástico es menor que las de tela. Para la producción del algodón se necesita mucha energía, agua, fertilizantes y pesticidas. Habria que usarlas 131 veces para que produzca menos impacto ambiental que las fundas de plástico de un sólo uso.
Si has leído hasta aquí debes de estar casi tan confundido como nosotros. Bueno, aunque sea cierto que las fundas de papel tienen una huella ecológica más alta que las de plástico, hay un factor determinante que hace nos decantemos por las de papel. El plástico si acaba al medio ambiente puede durar siglos, sobre todo en el océano, y causar daño a muchos animales.
Pero tenemos que tener en cuenta que el papel no es un material tan inocuo como nosotros creíamos. No debemos de sustituir el plástico por el papel, sino evitar los productos desechables, y tanto las fundas de plástico como las de papel lo son. Incluso las de tela, o las bolsas fuertes de plástico que se venden en los supermercados muchas personas las tratan como si fueran desechables.
Más que el material es la forma como lo utilizamos. Haz que cada una de tus fundas se gane todos los recursos que se han utilizado para su producción y toda la contaminación que han producido. Seguro que tienes tantas bolsas en casa, de tela, papel o plástico para no tener la necesidad de pedir una más en el resto de tu vida.
Bueno, intentando responder a la pregunta de plástico o papel, nosotros con quedamos con este último, sobre todo porque no causa tanto daño nuestros mares ni todos los animales que viven en ellos. Pero antes de nada, nuestra primera opción son las fundas de tela, aunque 131 nos parecen pocos usos. Estamos seguros que las podemos utilizar cientos de veces más.
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